¿Cuándo se puede perdonar el engaño?
Si tu pareja te ha engañado, duele muchísimo. Muchos lo describen como una especie de "cuchillo en la espalda". Algunos incluso sienten una desagradable sensación de ardor en el fondo del estómago.
"Una de las razones es la traición y las mentiras que acompañan a la infidelidad y la traición. Has sido traicionado, rechazado y herido.
En este artículo explico cómo perdonar la traición ahora. ¿Fue amor o sexo casual con una prostituta o acompañante?
Un sentimiento de incredulidad
También hay una sensación de incredulidad. No quieres creer que algo así pueda ocurrirte. Puede que no quieras creer lo que ha pasado.
Puede que incluso tengas que luchar para admitir que realmente ocurrió. Averiguar de todos modos que sucedió.
Por supuesto, puedes optar por no creerlo, pero es evidente que no es la solución adecuada. La noticia de que tu pareja te engaña suele desencadenar un sentimiento desagradable e irreal que se instala en tu mente y corazón.
Pueden pasar horas, días, semanas o incluso meses antes de que aceptes que la traición ha ocurrido realmente.
El engaño es destructivo
El engaño te rechaza. Rechaza quién eres y el papel que desempeñas. Te envía el mensaje de que no eres lo suficientemente bueno. El engaño es un rechazo total.
La traición es un triste rechazo a la vida y a los sueños que habéis compartido. Las esperanzas que usted y su pareja tenían juntas, incluida la esperanza de un futuro juntos, se desvanecen. Con la decepción de estas esperanzas viene la gran decepción.
El engaño solo tiene perdedores
Todo lo que esperabas y en lo que creías ha desaparecido. La infidelidad conlleva muchas pérdidas. Tu pareja, tu mejor amigo, tu futuro, tu familia y tus sueños se han ido. En la superación de la infidelidad, uno de los aspectos que en última instancia hay que abordar es el perdón. Cuando se decide perdonar, a menudo hay que hacerse dos preguntas:
¿Podré perdonar alguna vez? ¿Cuándo debo perdonar?
En primer lugar, debes decidir si puedes o no perdonar a tu pareja. Si eres de los que se dicen a sí mismos: "No hay manera de que le perdone", es posible que tengas problemas en este ámbito.
Como tu mente está programada por ti, los mensajes que te envías a ti mismo determinan lo que puedes hacer. Si te dices a ti mismo que no puedes perdonar, estás limitando tus posibilidades. Si te tomas en serio el perdón, debes decidir que estás preparado para perdonar.
El perdón es un proceso
Es útil recordar que el perdón es un proceso. No se trata de un acontecimiento único. No es algo que se haga de una vez por todas. El perdón es gradual. Perdona un poco cada día.
Perdonar tampoco significa condonar lo ocurrido. No se trata tanto de tu pareja. Más bien, se trata de elegir no aferrarse emocionalmente al resentimiento de lo ocurrido.
Se trata de elegir dejar de lado el dolor. El perdón solo puede concederse y referirse a la persona, no al hecho. Este proceso continuo requiere que el perdonador se desprenda. Deben dejar de lado el dolor, el deseo de venganza y la amargura.
Dejar ir es importante
Dejar ir también implica desprenderse de la propia carga emocional en relación con la infidelidad. Dejarse llevar puede acarrear problemas con la pareja y con uno mismo.
En algunos casos, el perdón puede requerir dejar de lado los sentimientos hacia amigos o familiares que estuvieron involucrados en todo el lío. Puede que no sea sólo la infidelidad lo que te enfurezca y entristezca, sino también la familia, los amigos, los compañeros, etc. que estuvieron involucrados.
¿Cuándo perdonar?
No hay una respuesta única a la pregunta de cuándo perdonar. Dado que cada persona afronta el dolor de forma diferente, la respuesta a la pregunta de cuándo perdonar también es diferente. La respuesta simple es dejar ir cuando estás cansado de mantener el resentimiento y el dolor. Cuando hayas terminado, estarás listo para perdonar.
El resentimiento es un obstáculo
Otro obstáculo es el resentimiento. Por extraño que parezca, algunas personas tienen la mágica idea de aferrarse a su resentimiento. Es como tener un muñeco de vudú en la cabeza y utilizar los recuerdos de lo sucedido para desear la desgracia al culpable.
De alguna manera también crees que el resentimiento te da poder o control sobre la otra persona. En el caso del resentimiento, no quieres perdonar porque eso significaría renunciar al poder mágico que crees tener sobre el cónyuge ofendido. El resentimiento no funciona así. En cambio, el resentimiento tiene el efecto contrario.
Error común
Otro error común es perdonar demasiado rápido. Si perdonas antes de tener una idea clara de lo que estás perdonando, existe el riesgo de que se libere el resentimiento. El perdón puede tener lugar sin conocer todos los detalles de la relación. A menudo, las personas necesitan perdonar antes de comprender lo que ha sucedido desde todos los puntos de vista implicados.
Perdonar demasiado rápido
Si uno perdona demasiado rápido, no se puede responsabilizar al otro cónyuge. Si uno perdona demasiado pronto, el sentimiento de culpa que suele servir de motivación para el cambio desaparece de repente.
La persona perdonada ya no siente arrepentimiento y no tiene necesidad de corregir las cosas. El cónyuge asume erróneamente que la relación se acaba en cuanto se le perdona. El perdón no significa que el episodio de infidelidad haya terminado. El perdón solo detiene la hemorragia emocional, no el restablecimiento de la confianza ni el daño causado.
No ser capaz de seguir adelante solo
Perdonar demasiado rápido suele dejar sin resolver los problemas que llevaron a la traición. El perdón reduce el dolor, pero no restablece la relación. Uno comete el error de pensar que una vez que el dolor ha pasado, el asunto está resuelto.
Antes de poder sanar la relación, hay que reparar el daño y restablecer la intimidad. El perdón prematuro suele mantener una fachada de intimidad cuando en realidad la pareja no se siente cercana y solo teme ser abandonada.
Tú decides cuándo perdonar
La decisión de perdonar debe ser tuya. La prioridad debe ser tuya cuando se trata de dejar ir el dolor y la carga emocional. Buena suerte en este extraño período. Recuerda que la vida pasa por fases; incluso esta fase tiene un final.